viernes, 27 de marzo de 2020

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José Martín “Tristón” Almada. (Pronunciación: José Martín “Tristón” Almada) (Argentina, 30 de Junio de 1947 – Córdoba Capital, Córdoba, Argentina, 26 de Abril de 1993). Fue un payaso desconocido de la ciudad de Córdoba. 


Primeros años 

José Martín nació en una pequeña carpa detrás de la carpa mayor del Circo Almada. Hijo de Patricia Cervello, trapecista de oficio, y Juan Almada, el ventrílocuo más famoso de la época. Aprendió a caminar rodeado de equilibristas y sus primeras palabras las pudo pronunciar gracias a los consejos de un viejo mimo. A los 5 años ya había recorrido todas las provincias argentinas, dormido en más de 300 pueblos y 80 ciudades y había comido más de 960 manzanas caramelizadas. 

Niñez 

Su amigo más cercano era apodado “Hudi” en honor al gran Harry Houdini, un niño travieso de picardía e inocencia peligrosa. Juntos iban a la escuela de turno según la agenda del circo y hacían nuevos amigos de memoria pasajera y cariño superficial. Se tenían mutuamente. Sus horas favoritas eran las mañanas de ensayo donde nadie les prestaba demasiada atención y por las noches visitaban silenciosamente al Titiritero para oírlo crear. Las funciones del circo eran a las 5 de la tarde y una función extra a las 7 si era sábado, domingo o feriado. José Martín se vestía de rojo y amarillo y, según el día, variaba su responsabilidad. A veces se encargaba de asistir al show de torsión de globos, otras veces impedía la huida del conejo del mago y la mayoría de las funciones alcanzaba los anillos, bastones y pelotas a los malabaristas. 

Los padres tenían la esperanza de que José Martín herede ciertos talentos que le aseguren un buen porvenir. Intentó saltar en cama elástica pero temía a las alturas, jamás pudo hacer un truco de magia y según su maestro mago era debido a que nunca se permitió dudar de la verdad. Por último, pasó un semestre entero junto a los contorsionistas sin poder doblar su codo izquierdo. 

Adolescencia 

Mientras Hudi ya comenzaba a participar de los primeros actos protagónicos como ilusionista, José Martín se convirtió en el reemplazo oficial del iluminado Payaso Don Jocoso, su abuelo paterno. Éste último se jubiló a los 86 años forzado por la falta de destreza. Un poco por herencia y mucho por obligación fue creando sus propios actos, chistes y malabares desafortunados. 

Adultez 

Se casó a los 25 años con la hija mayor del Domador y tuvieron mellizos que nunca parecieron hermanos. En la gira del año 1989, recorriendo el sur de la provincia de Mendoza, lograron vender 25 entradas en 178 días. Un récord absoluto de fracaso y desolación, dos palabras enemigas de cualquier circo, de todo gozo. En una convención de la familia circense se reunieron los más viejos para tomar la más difícil decisión y volver a la ciudad de Córdoba para terminar una gira incansable de 68 años. José Martín alquiló una humilde casa en Barrio José Ignacio Díaz pagando los primeros meses con el dinero de la venta de su casa rodante. Se dedicó a animar fiestas infantiles el resto de sus días y fue encargado de la calesita de Parque Sarmiento de martes a jueves por la mañana. 

Rumores 

Se desconocen las causas y razones pero algunos padres y tíos coinciden en que al terminar cada fiesta infantil él subía a su auto usado color azul, se despintaba con ayuda del espejo retrovisor y permanecía allí hasta el ocaso. 

Fallecimiento 

José Martín “Tristón” Almada fue encontrado sin vida en su auto el 26 de Abril de 1993 luego del cumpleaños número seis de una niña de Barrio Pueyrredón. Su acta de defunción precisa la causa de muerte con un simple: finalmente, ha llorado. 




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