martes, 22 de febrero de 2011

Párrafo de Carta A lo Inconcluso

Hay algo de ti que percibo, hay mucho de ti que aún no entiendo. Han sido señales que fantasean latentes y concuerdan con lo sensato de una verdad desafiante. Es un insomnio perenne en mi almohada de miel y un repentino escalofrío que nace por mis venas para sangrar sin emitir daños.

martes, 15 de febrero de 2011

Un reloj victorioso

¿Será suficiente o será demasiado?

Te detienes, pareces un guerrero con espada y escudo que intenta detener un enemigo que viene de frente. Frenas, empujas, forcejeas. Tus brazos no lo soportan y logra vencerte, una vez más.

El tiempo no pregunta, sólo avisa. No podrías sorprenderte de lo rápido que pasa porque estarías diciendo que no has vivido nada aún. Y si crees que mirar hacia atrás frena el impulso que lo lleva hacia adelante, te equivocas. El reloj no permite un agotamiento de energía, es claro: o vas junto a él o él te deja atrás.

Porque el reloj podrá ser sabio para el que sufre, despiadado para el que espera, fugaz para el apurado. El tiempo podrá ser una excusa para la vejez, una pérdida para el fracasado, un lujo para el exitoso. Podrá convertirse en un deseo para el enfermo, una búsqueda para el perdido, una oportunidad para el soñador, una habilidad para el estratega. Podrá ser la lógica de los innovadores, el descanso de un poeta, la magia de un artista, el contrincante de un atleta. Podrá reírse del desganado, empujar al necesitado, gozar de los aciertos y ser la esperanza del que cree. Para algunos será suficiente y para otros será demasiado. 

Mientras tanto, juega su juego y conviértete en su cómplice porque si no quieres que el tiempo pase, él mismo ya te ha derrotado. 

domingo, 13 de febrero de 2011

Ámame

Confíame tus temores, los sanaremos juntos. Descúbreme cada mañana, me hallarás amante. Ciégame con tus virtudes, aprenderé de ti. Despiértame en madrugadas, estaré pendiente. Muéstrame tus preocupaciones, las convertiremos en oportunidades. Sorpréndeme en las noches, admiraremos la luna. Sumérgeme en tus alegrías, me reiré contigo. Aliviáname las tristezas, combatiré las tuyas. Compárteme tus cargas, te ayudaré a llevarlas. Concédeme tu tiempo, nos adueñaremos de la vida. Llévame en tus brazos, me sujetaré con fuerza. Aférrate a mis sueños, tú estás en ellos.  

No todo

No todo lo que haga trascenderá.
No todo lo que gane será merecido ni todo lo que pierda será justo.
No todo lo que cree será sublime ni todo lo que crea será verdad.
No todo lo que escuche aliviará mis oídos.
No todo lo que conozca será inolvidable.
No todo lo que llore me lastimará ni todo lo que ría será felicidad.
No todo lo que diga será necesario.
No todo lo que espere vendrá ni todo lo que busque se encontrará.
No todo lo que escriba será leído ni todo lo que trabaje me apasionará.
No todo lo que piense será elocuente.
No todo lo que ame me amará ni todo lo que sufra será en vano.
No todo lo que entregue me hará más humilde.
No todo lo que elija será lo correcto.
No todo lo que camine me cansará ni todo lo que descanse me sacará preocupaciones.
No todo lo que ignore me hará inocente.
No todo lo que compre estará en mis manos ni todo lo que tenga será correspondido.
No todo lo que descubra me honrará exploradora.
No todo lo que me duela me hará más fuerte ni todo lo que me quiebre me volverá débil.
No todo lo que mire me impactará.
No todo lo que alimente será saciado ni todo lo que desee será cumplido.
No todo, sólo un poco.  

domingo, 6 de febrero de 2011

¿A quién?

“Te imaginaba morocha”

Más de una vez me he cruzado con personas que me han dicho: “Te imaginaba morocha”. ¿Por qué? ¿Por qué? Es cierto que en el colectivo imaginario y en una suerte de conocimiento público, ser rubia conlleva a un prejuicio equivocado.   

Un día en una charla con amigas noté que una de las más sagaces era rubia y sus comentarios comenzaron a gratificarme para sumar al hashtag en Twitter, #comentarioderubia. Algo muy rubio de mi parte, porque terminé alimentando ese mismo prejuicio. Frases como: “No soy hueca, soy materialista” - "Dale, no gastamos nada, nos chupamos y no comemos" - "Mi escritorio ya es una catarata de llanto y como consecuencia se me corre el rímel" - "Soy la reina del embutido", entre otras.

Que hay rubias ignorantes, las hay. Que hay morochas inteligentes, las hay. Pero también me permito un viceversa de todo lo anterior. Al creer que las mujeres estamos condicionadas por nuestro color de pelo y por la cantidad de kilos de tintura que tenemos arriba de nuestro cerebro, nos terminamos transformando en más básicos que “esas rubias”.

Con el “te imaginaba morocha” una no entiende si está recibiendo un cumplido o es protagonista de algún momento gracioso. A pesar de mi intento por pensarlo, capaz que sea demasiado rubia como para entenderlo.

Párrafo de Carta Al Guerrero

"Soñador de terrenos alegres, trabajador de deseos nobles, romántico de días oscuros, amante de mis labios vergonzosos, guerrero por fuerza de otro, mi eterno amigo. A ti dedico mis líneas, a ti dedico mi vida, a ti ya no te espero. No he sabido nada de tu guerra, pero en la mía me rindo sin dudas, ya me he rendido sin fuerzas. He amado tanto tu presencia que, en tu ausencia, sólo amo el recuerdo"

Shhhhhhhh

Un proverbio árabe afirma "No abras los labios si no estás seguro de que lo que vas a decir es más hermoso que el silencio".

El poder de la palabra es tan inmenso como el poder del silencio. No hablar no es convertir un momento en vacío. No hablar puede ser un profundo espectro de entendimiento y dedicación al pensamiento, admiración, análisis y reflexión. La palabra mal usada, la opinión desmesurada y la crueldad de los comentarios pueden ser padres de la vergüenza, la ineptitud y la ignorancia. ¿Cuántas veces dijiste algo para no parecer desentendido? ¿Cuántas veces hablaste por encima de otro para ser escuchado?

Nos abruman las opiniones con derecho, los que creen que por tener voz aguda son más fuertes, los que piensan que un micrófono les dará inmunidad, quienes decretan verdades por sí solas, los que alteran dichos y transforman rumores, quienes generan malestar por infortunios en sus comentarios y sobran los que se adueñan de una conversación. ¿A veces no es necesario escuchar el silencio? 

El tumulto de voces es una corriente que debería ser muy sublime y delicada. Es fácil hablar, es muy difícil callar. Deberíamos llegar a la mesura del decir, donde lo que comunicamos no pierda valor y siempre seamos tan responsables de lo que decimos como de lo que escuchamos.

La palabra necesita ser revalorizada. El silencio pide a gritos ser una voz que suene fuerte. 

sábado, 5 de febrero de 2011

Dormir me da sueño

Comienzo por preguntarme si dormir suele ser una pérdida de tiempo, podría concluir ahora mismo con la respuesta. Dormir está sobrevalorado y creer estar despierto porque tus ojos están abiertos es una gran falta de verdad. Quizá una noche de insomnio sea sólo una búsqueda incesante de respuestas simples como si el café de la próxima mañana sabrá igual al de hoy o preguntas más complejas - no por eso más importantes - como qué trabajo decido tomar. Quizá no dormir sea un latido continuo de inquietud hacia el descubrimiento o un camino sinuoso de pensamientos que perturban. 

Cuando tus ojos están abiertos podrías jurar que estás despierto aunque las respuestas pueden ser tan llanas e intrascendentes como cuando dices estar dormido. Hay una realidad estresante, a veces complicada, para muchos tristes, para muchos banal, y qué mejor que dormirse para no entenderla, para no aceptarla, para no vivirla. Hay un insomnio perenne en las almohadas de quienes se entusiasman por hallar nuevas palabras, por construir sobre tierras movedizas, por saciar aburrimientos. No hay excusas para no dormir, el desvelo produce stress, puede irritar, ponerte de mal humor y hasta cumplir con lo contrario y cerrarte los ojos. Sin embargo, la mayoría de las veces me despierto en el intento y no necesariamente acostada sobre una cama.