jueves, 29 de diciembre de 2011

Páginas con alas


El libro recién escrito y una historia con olor a nuevo reflejados en la mesa añeja donde descansaban vasos oscuros y aguados. El cuadro de una mujer que habitaba el lugar, retratos de familiares extraños, paredes manchadas de tiempo, jarrones empolvados de recuerdos y otra foto con el rostro de la misma mujer.

Una casa rodeada de montañas heladas que, acompañadas de árboles solidarios, confundían al cielo en su reflejo hacia el lago. La tranquilidad de las ovejas era el espejo de aquel silencio ermitaño, sólo el viento fundaba la melodía y creaba un concierto natural para los oídos.

Un cansado muchacho descansaba en el sillón, sus ojos cerrados marcaban el precio de cada página. La duda estaba en su sueño, algo un poco extraño o algo demasiado cercano. Su boca sin palabras significaba ganas de callar, ya había escrito suficiente. Sobre el piso reposaban hojas profanadas por infortunios de imaginación y declaraciones lastimosas por algún pasado error.

Las hojas colmadas de puntos y comas apuñalaban la verdad, la condecoraban y la exigían. Allí había razones, había aciertos y se acumulaban torpezas. El comienzo simulaba intriga, cien hojas después aullaba desconcierto y llegando al final confiaba venganza. Pero aquellas páginas no sabían que esa venganza se había escrito en papeles que el viento atraía desde la ventana. 

jueves, 22 de diciembre de 2011

TESTAMENTO DEL MUNDO


Si el fin del mundo verdaderamente sucediera en el 2012... el mundo declara: 

Perdón por:


La excesiva producción de sidra.

Haber esperado tanto por el derecho igualitario entre géneros.

Los controles en aeropuertos que no permiten desodorantes ni encendedores.

Los hombres irrespetuosos, no saben lo que hacen.

El fernet coqueado, las fiestas sin reggaetón y las fotos después de las 2 de la mañana.

El transporte público que te dejó pagando, la inseguridad que mató hijos y el egocentrismo que repudió que pensaras diferente.

El precio del tomate, la multiplicación de los feriados y por tardar en cargar pelis en Cuevana.

Los pesimistas y cobardes que jamás lo intentarán.



Máximas:

Hay más de siete maravillas del mundo, las encontrarás cerca.

Los tsunamis y terremotos son muestra de mi enojo.

Matar no justifica el encuentro con la paz.

Chaplin lo ha enseñado: a veces, callar es bello.

La curiosidad puede matar al gato y también descubrir América.

Ha habido pocas Juanas de Arco, sólo una Madre Teresa y demasiadas Anas Bolenas.

El odio creó el Holocausto y lanzó la bomba a Hiroshima.

El amor le dio esperanza a Penélope e inspiró a Neruda.


De nada por:

Los voluntarios que cuidan, alimentan y enseñan a los más necesitados.

El fascinante arte del cine, Ryan Reynolds, Ryan Gosling, Bradley Cooper y sus pectorales.

El arte, Shakespeare, Miguel Angel, Borges, Hemingway, Mandela, Luther King, Beethoven, Walt Disney y otros genios.

El mar que nadaste de noche, la montaña que decoró el mejor paisaje y el cielo que te permitió volar.

El Barza, la NBA, los All Blacks, Roger Federer y las gigantografías de David Beckham.

Londres, París, New York, el Caribe, la vuelta al mundo y los encuentros extranjeros.

El papel, el teléfono, los libros, internet, Google, Facebook, Twitter, desde Gutenberg a Jobs.

Los brindis, el Martini, la cerveza, el mojito y el tequila.

Los optimistas y valientes que jamás dejarán de soñar.



ALGUNOS CREERÁN EN EL FIN DEL MUNDO…

PARA MÍ ES LA OPORTUNIDAD DE VIVIR MÁS INTENSAMENTE…



Gracias por este año glorioso… me duele el cuerpo de tanto bailarlo!!

Amor y paz a ustedes y sus familias


FELICES FIESTAS!!!


Con todo cariño…

Agus

martes, 6 de diciembre de 2011

Mareas


De tan sólo minutos renacen erguidas
centellas de noches que acarician y sanan.
Agua calma, agua en guerra,
paz que implora mi rabia, me recusa.
Furia que apacigua en oscuridades lejanas,
esclaviza mi osadía, la sumerge, la purifica, la trasciende.
Misterios de otro oriente
tiemblan en un abismo no olvidado, me inmortalizan.
Recorriendo mis miedos el tiempo fluye,
disimula, arrebata, no desprecia.
Gigantes olas poco añoran, pegan, duelen,
y se vuelven a ir. Sonrío.
 Ingratitud inexistente, vacía.
Gratitud del noble, del hombre.
Fantasías que no eran, aparecen,
juegan, se rehúsan a marchar.
En el azul imprevisto, bajo las mismas estrellas,
caen otras gotas, se besan sedientos deseos,
llueven nuevos y sencillos poemas.