Más de una vez me he cruzado con personas que me han dicho: “Te imaginaba morocha”. ¿Por qué? ¿Por qué? Es cierto que en el colectivo imaginario y en una suerte de conocimiento público, ser rubia conlleva a un prejuicio equivocado.
Un día en una charla con amigas noté que una de las más sagaces era rubia y sus comentarios comenzaron a gratificarme para sumar al hashtag en Twitter, #comentarioderubia. Algo muy rubio de mi parte, porque terminé alimentando ese mismo prejuicio. Frases como: “No soy hueca, soy materialista” - "Dale, no gastamos nada, nos chupamos y no comemos" - "Mi escritorio ya es una catarata de llanto y como consecuencia se me corre el rímel" - "Soy la reina del embutido", entre otras.
Que hay rubias ignorantes, las hay. Que hay morochas inteligentes, las hay. Pero también me permito un viceversa de todo lo anterior. Al creer que las mujeres estamos condicionadas por nuestro color de pelo y por la cantidad de kilos de tintura que tenemos arriba de nuestro cerebro, nos terminamos transformando en más básicos que “esas rubias”.
Con el “te imaginaba morocha” una no entiende si está recibiendo un cumplido o es protagonista de algún momento gracioso. A pesar de mi intento por pensarlo, capaz que sea demasiado rubia como para entenderlo.
Buenisimo como todo lo que escribis siempre! me encanto!
ResponderEliminarcreo q nunca me dijeron "te imaginaba morocha" te dice algo?
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