martes, 1 de marzo de 2011

Un blanco colorido

Te sientas allí. Cerca, expectante, sedienta. Cierras los ojos y los vuelves a abrir, lo miras fijo, intentas imaginártelo. Tu cabeza recorre miles de segundos en un instante, viaja y se recubre de un inexplicable susurro.

Allí estás, frente a un papel blanco.

Imagino a Shakespeare con su pluma en mano esperando saber cómo comenzar a escribir y me pregunto cuál fue el impulso furtivo para la primera pincelada del Guernica.

Adrenalina pura que recorre por mis venas y me empalaga de vacíos por llenar. Al mismo tiempo me produce una sensación de ansiedad e impaciencia que hace un llamado indescriptible pero eficaz.

Parece increíble que eso sencillo y humilde  que tienes enfrente pueda convertirse en un encuentro nada efímero, sublime y prometedor. Pero es así. Como el pescador mira el mar buscando peces y como el fotógrafo espera el paisaje perfecto para plasmar el mundo.

Un papel blanco no es sólo un blanco papel. Es un futuro cuadro en un museo, un increíble libro que trasciende el tiempo, un ensayo de prueba y error, una fórmula que salvará vidas, un secreto que se conocerá, una carta de un amor imposible, el primer dibujo de un niño, la ilusión de un escritor, una historia de periodistas, un número de teléfono importante, la compañía de un ramo de flores, la redacción de una publicidad inolvidable, las crónicas de un viajero, el ayuda memoria de un despistado, las notas de un músico inspirado, el deshago de una solitaria noche, el guión de una gran película, el discurso de un héroe, un poema que se hace canción.

Sea lo que sea, el papel blanco siempre será la promesa de algo que aún no ha sido.  


2 comentarios:

  1. Agus me encantan tus trabajos,son geniales,te felicito te mereces todo el exito.Besos.Marita Errecart

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  2. Gracias Marita! agradezco tus palabras y me encanta poder compartir esto con vos! beso!

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