Hace
unos meses escribí esto:
Hace
unos días recibí una respuesta de una persona que no conozco pero con todo
respeto me escribió. Me guardo sus palabras porque no son mías y no las
comparto sin su autorización. Pero algo del escrito me quedó claro: “Ustedes”.
Y
ahí, nuevamente, reflexioné.
¿Quiénes
somos nosotros? ¿Quiénes son ustedes?
Lamentablemente
estamos viviendo un proceso de visión obtusa de la realidad. Banalizamos todo
con ser parte de un proyecto o no serlo. Hay un error crucial: no preguntarnos
cuál es el verdadero proyecto. Nos enfrentamos todo el tiempo escuchando cosas
como: “Ustedes se quejan de no poder comprar dólares y viajan al exterior”, “Ustedes
se quejan pero no hacen política para cambiarlo”, “Ustedes ven un programa
opositor y creen todo”, “Ustedes sólo piensan en la clase media-alta y alta”,
“Ustedes también roban”, “Ustedes son el monopolio más grande del país”,
“Ustedes no respetan e insultan a la Presidente y a quienes la votaron”,
“Ustedes no quieren un gobierno popular”, “Ustedes creen que los mejores países
son otros”. Ustedes, o sea, nosotros. ¿Quiénes? ¿Yo y mi familia? ¿Yo y mis
amigas? ¿Yo y mi pueblo? ¿Yo y mis vecinos?
“Divide
y reinarás”. ¿De eso se trata?
Hemos
logrado entre todos convertirnos en siervos de la máxima Maquiavélica. El
Gobierno ha sido estratégicamente inteligente y ha encontrado a su mejor opositor:
el cuarto poder. De los otros, directamente, se ha adueñado. No encuentro en
mis 28 años de vida un momento más comprometido con lo que pasa hoy, por lo
menos en mi generación que está dispuesta a preguntarse cosas, a dudar, a
pensar. Yo no viví la era de Perón y Evita, yo no viví Dictaduras Militares. Yo
vivo hoy y, sin olvidar la historia que me contaron, he estudiado y he leído, me ocupo de hoy. Escucho a
maestras desorientadas por la bajada de línea del sistema educativo y el desinterés
del niño en aprender. Estamos creando una niñez vacía, una adolescencia
despreocupada y un futuro temible. Clave: la ignorancia del otro nos pone en
posición de poder.
La
creación de un batallón de mentes cerradas, la ceguera en exceso, ya no es
cuestión de ver para creer. En mi caso, o en “nuestro caso”, hay agotamiento,
hay bronca, hay impotencia. Yo he escuchado miles de veces: “trabajá para
remediarlo”. Eso hago, eso hacemos, con honestidad y cultura de trabajo alcanza muchachos. Pero cuando
un frente de corrupción tan grande nos hace quedar chiquitos y hasta me permito
decir que nos hace quedar como boludos, ya todo cansa. Y el peor pueblo es el
cansado, porque tiene dos opciones: dormirse o esperar sentado.
Siempre
fuimos bosteros o millonarios, morochas o rubias, altos o petizos, gordos o
flacos, mujeres u hombres, de la Capi o del Interior, peronistas o radicales, ricos
o pobres, de la Universidad Privada o de la Nacional, de Racing o de
Independiente. Y parece ser nuestro foco: “Ustedes o nosotros”.
Marcos
Aguinis en su columna escribió:
“(…) vale una anécdota de Jorge Luis Borges, que nunca se
molestaba por ser calificado de "gorila", quizá porque le hubiese
gustado tener también el vigor físico de un gorila. Casi ciego, pero aún capaz
de movilizarse solo, se detuvo junto a la avenida 9 de Julio con su bastón
blanco y pidió ayuda a un joven para que lo ayudase a cruzar. En el trayecto
Borges empezó a manifestar su rabia por las últimas medidas del gobierno
peronista. El joven, indignado, lo insultó y abandonó en medio de la avenida.
Mientras los autos zumbaban por delante y atrás del poeta, y el muchacho se
alejaba presuroso, Borges atinó a gritarle: "¡No se enoje, jovencito: yo
también soy ciego!"
Y
todo es tan raro, tan loco, tan impulsivo, tan infundado, tan ciego que freno
dos segundos y me pregunto: ¿seré “ustedes” o seré “nosotros”?
Mi
proyecto es el mismo que muchos. Y si eso es “nosotros”, me expreso por
nosotros.
Nosotros
queremos un país con ojos abiertos, letrado, educado, analítico y crítico.
Nosotros queremos el mismo país justo que quieren ustedes, con escuelas
capacitadas y limpias, con hospitales relucientes y llenos de equipamiento,
caminos seguros y poblaciones resguardadas. Nosotros deseamos pagar impuestos y
contribuir a la Nación, nosotros queremos un país libre, una República que no
olvide ese concepto, deseamos jueces independientes y sentencias que suavicen
dolores de las víctimas. Nosotros queremos que los que roban no lo hagan más,
que las palabras se expresen. Nosotros deseamos dar una mano al que no tiene
oportunidades, queremos oportunidades. Nosotros queremos ser tratados como
parte del proyecto, que no sea “su” proyecto, sea “nuestro”.
Y
yo no sé quiénes son ustedes, me quedo tranquila con saber quiénes somos
nosotros. Porque si esto se trata de una guerra de poder, una guerra de
convicción, de cerebros, de locura, de
una guerra de ironías, lo que sea, creo que “nosotros” tenemos el mayor de los poderes:
Ser
conscientes y trabajar para que nuestros futuros hijos no se conviertan ni en
ustedes ni en nosotros… que ellos sean los verdaderos “todos y todas”.
Muy bueno Agustina
ResponderEliminarMuchas gracias Fabiana! un placer.
Eliminar"...agotamiento, bronca e impotencia.." en una persona comprometida de solo 28 anios. Eso dice bastante del lugar al que fuimos a parar. Me trae al presente lo que senti hace 11 anios cuando decidi emigrar en busca de aires mas respirables.
ResponderEliminarDeseo profundamente que esta angustiante division se vaya calmando y sea solo otro antecedente que ayude a conseguir in pais mas serio y deseable para nuestros hijos y todo aquel comprometido con la evolucion armonica de las sociedades.
Oscar. 50 pirulos. Gaithersburg,MD
Muchas gracias Oscar! Lindas palabras. Saludos hacia el Norte!
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